jueves, 13 de mayo de 2010

Heroes Mapuches




Caupolicán, Lautaro y Galvarino :

La estrategia de Lautaro

Lautaro, cuyo verdadero nombre es Luan - taro, nace hacia 1535 en las Sierras de Carampangue. Figura admirada por su genialidad y destreza, es creador de un complejo arte militar mapuche, con el que organizó y condujo a su ejército nativo, estableciendo el sistema de guerrillas y las sorpresas tácticas, las fortificaciones de campaña, la invención de nuevas armas y aprovechamiento del terreno. Señala Ercilla que Lautaro era:
"Industrioso, sabio, presto,/ de gran consejo, término y cordura,/ manso de condición y hermoso jesto,/ ni grande ni pequeño de estatura". Su espíritu se refleja en los demás caciques como Galvarino, Caupolicán y Pelantaru, entre otros guerreros mapuche. Fue muerto en 1557 por las tropas de Villagra en Mataquito.

Según Benjamín Vicuña Mackenna, Lautaro era indígena por su infancia, por su sangre y su tradición, y español por su aprendizaje entre los conquistadores. Fue capturado por los españoles y sirvió como caballerizo de Pedro de Valdivia, desde los 16 ó 17 años. El Conquistador, a quien acompañó en sus campañas en el Sur, lo llamó Felipe.


El suplicio de Caupolicán

Nacido en Pilmaiquén, Caupolicán es el más protagónico de los héroes mapuche inmortalizados en La Araucana. Tan pronto asume como Toqui, o jefe militar, logra la rendición de las fuerzas españolas que controlan la plaza de Arauco. Junto a Lautaro, participa en la batalla de Tuca-pel, en la cual fue vencido y apresado Pedro de Valdivia, y ocupa más tarde Purén y Peuco. Es derrotado en el combate de Millarapue, cuando los españoles al mando de García Hurtado de Mendoza obligan a los mapuche a retirarse hacia el interior. Allí, Caupolicán rechaza las ofertas de paz y rendición, continuando en la resistencia.

Tras el frustrado ataque al fuerte de Cañete, los mapuche son perseguidos y el caudillo indígena cae en una emboscada, siendo apresado y luego condenado al suplicio de empalamiento como escarmiento para los mapuches rebeldes. Relata Alonso de Ercilla que mientras el palo iba destrozando sus entrañas, un grupo de indígenas leales a los españoles le lanzaban saetas con sus arcos. Su desgarradora muerte fue un aliciente para la lucha y lo convirtió en el mayor héroe mártir del pueblo mapuche.

Según el autor de La Araucana, Caupolicán era: "Noble mozo de alto hecho,/ varón de autoridad, grave y severo,/ amigo de guardar todo derecho, áspero y riguroso, justiciero;/ de cuerpo grande y relevado pecho,/ hábil, diestro, fortísimo y ligero,/ sabio, astuto, sagaz, determinado,/ y en casos de repente reportado".


La rudeza de Galvarino

Galvarino es conocido como el más rebelde de los guerreros mapuche de la Conquista. Prisionero de los españoles, es castigado cortándole las dos manos, en uno de los espisodios memorables de La Araucana. Desafiante, Galvarino ofreció primero sus manos y luego su cabeza. Sin embargo, tras dejarlo manco, fue dejado en libertad para amedentrar a los demás indígenas. Tras la derrota de Millarapué, en 1557, nuevamente es apresado y condenado a la horca. Fue colgado de un árbol, rechazando la intervención del propio Alonso de Ercilla quien trató de salvarle la vida, alegando su colaboración con los españoles, la que el cacique negó hasta la muerte.

Joyeria Mapuche



La platería es una de las manifestaciones culturales que mejor representa al pueblo mapuche, todo su mundo simbólico se expresa en las formas, en los grabados de las planchas de plata, en las figuraciones y en el uso que le dan a las joyas. Durante el período prehispánico, los mapuches conocían el uso de los metales y fabricaban adornos de cobre y, muy probablemente, de oro y plata.

Después de la conquista española y hasta el siglo XIX, los mapuches obtuvieron la plata del comercio de los españoles.


miércoles, 12 de mayo de 2010

-Organización Política

La estructura social y política de los mapuches antes de la llegada de los españoles, estaba constituida en su unidad más fundamental por la familia, que se habrían designado en lengua mapuche como ruka o rukache. Existe consenso en que lo más probable es que la familia mapuche haya sido amplia y extensa, y donde primara un patrón de residencia, es decir donde convivían todos, o la mayoría de los descendientes masculinos del padre o jefe de familia. De esta forma, las mujeres adoptaban la residencia de su esposo. Un nivel más amplio de integración social era el agrupamiento de familias, que podría ser entendido como un caserío, y que en mapudungun recibiría el nombre de lof. Al parecer el lazo que unía a las distintas familias era de consanguinidad, los integrantes habrían pertenecido al mismo linaje del lonko, sin embargo, cada familia conservaba una autonomía territorial, manteniendo, muchas veces, el patrón de residencia disperso. La figura del lonko representa el liderazgo, se lo podría traducir como cabeza, principal, jefe, e ideas similares. Se trata de un tipo de "jefatura" en que el servicio a los suyos y el prestigio que eso redunda está en la base de su mandato y poder.
En consecuencia, se puede caracterizar la sociedad mapuche anterior a la llegada de los españoles, como una estructura armónica tanto en sus relaciones con la naturaleza como internas.sin embargo todas las evidencias obligan a concluir que la sociedad mapuche prehispana no era una sociedad de la escasez, ni tampoco sometida a la guerra permanente entre sus miembros. En definitiva, se trata de una organización social distinta, ni mejor o peor que la actual, sólo distinta; que estaba en una determinada situación frente a una naturaleza abundante en recursos, que le permitía crecer en tamaño y desarrollar adecuadamente a sus hombres, mujeres y niños.

-Parlamentos

Sistema de Parlamentos: Considerando el fracaso de la guerra defensiva, Felipe IV resolvió darle término, mandando se atacase a los mapuches y se redujese a los prisioneros a la esclavitud.

La guerra continuó con las más variadas alternativas. Los levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por le mestizo Alejo. Hubo grandes combates como el de las Cangrejeras en 1929 y Albarrada, en 1633.

Más tarde el Gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de Baides, era partidiario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea, celebró en el año 1640 una gran reunión o parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillín. Los españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.

Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados en el siglo XVIII fueron los de Negrete y de las Canoas en la época colonial y varios realizados durante el período republicano.

El Parlamento de Las Canoas fue una junta diplómática de la que emanó un tratado de paz entre las autoridades coloniales españolas de la Gobernación de Chile y los principales líderes del pueblo huilliche, de la etnia mapuche, de la zona que actualmente corresponde a la provincia de Osorno. La reunión se llevó a afecto el 8 de septiembre de 1793 a las orillas del río de Las Canoas (actualmente llamado río Rahue), en el valle e inmediaciones de los restos de la antigua ciudad de Osorno; antes de ser refundada.

En el Tratado de Paz de las Canoas se adoptaron, fundamentalmente, los siguientes acuerdos entre el Futahuillimapu y la autoridades españolas:

1. Cesión del espacio territorial comprendido desde la confluencia de los ríos Rahue (llamado entonces de Las Canoas) y río Damas hasta la cordillera andina para la refundación de Osorno y el asentamiento de colonos españoles.

2. Sujeción política y judicial de los cacicatos mapuche-williche a la autoridad colonial española y colaboración armada ante cualquier amenaza de los enemigos de la corona y en requerimientos de necesidades de subsistencia de los militares y colonos españoles destinados.

3. Integración como fieles católicos mediante la aceptación del establecimiento de misiones, obediencia a los misioneros y cumplimiento de los sacramentos de bautismo y matrimonio, así como de la instrucción cristiana.

En el régimen colonial español, los cacicatos huilliche fueron incorporados a la sujeción de la corona española, manteniendo la estructura tradicional del cacicato, a través del cual las autoridades coloniales ejercerían la dominación política. Se trata de un régimen corporativo en cuanto mantiene los cacicatos huilliche como medios para el ejercicio de la subordinación colonial y la protección jurídica que limitase los abusos de los hispanocriollos. Precisamente, una característica fundamental de esta relación soberana feudal consistió en que las autoridades coloniales, considerándolos vasallos, mantuvieron el derecho de los cacicatos huilliche a gobernarse autónomamente. Los cacicatos huilliche durante estos años finales de la colonia fueron entendidos como una estructura de gobierno y representación huilliche, subordinada políticamente a la soberanía de la administración colonial española, con facultades políticas para resolver diversos asuntos internos y de relación política con las autoridades coloniales locales, como la compraventa de tierras, la administración de justicia, la integración en la vida religiosa católica, etc.

Este tratado constituye hasta ahora, un hito histórico para las comunidades de todo el Butahuillimapu, en tanto representa el acuerdo entre dos autoridades legítimamente constituidas que establecieron una forma de relación basada en un tratado. Por esta razón las comunidades siguen recordándolo cada año y reclaman aún su vigencia.

Parlamento de Negrete:
Parlamento de Negrete (1793); junta diplómática de la que emanó un tratado entre las autoridades coloniales españolas de Chile y los principales líderes del pueblo mapuches. La reunión se llevó a afecto del 4 al 7 de marzo de 1793, al borde del Río Biobío, en el vado fronterizo de Negrete, por iniciativa del capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile, entonces llamado Ambrosio Higgins, Es considerado habitualmente como el más suntuoso, caro y solemne parlamento diplomático realizado en la frontera chilena del Imperio español.
Igualmente que en otros parlamentos, los españoles tradujeron los acuerdos de las jornadas de discursos en un tratado escrito, que ocupa la mayor parte de sus puntos en ratificar acuerdos anteriores de convivencia entre ambos bandos. Tal como sucede con los documentos de anteriores reuniones, podría incluso dudarse de que los mapuches hubiesen participado en la redacción del tratado y considerarse este texto escrito como un testimonio unilateral y no como un acto íntegramente común. Aun así, las actas y tratados españoles son las únicas fuentes disponibles en estos casos.

Este tratado constituye hasta ahora, un hito histórico para las comunidades de todo el Butahuillimapu, en tanto representa el acuerdo entre dos autoridades legítimamente constituidas que establecieron una forma de relación basada en un tratado. Por esta razón las comunidades siguen recordándolo cada año y reclaman aún su vigencia.

-Vestimenta


El Hombre Mapuche:
Originariamente, el hombre usaba vestidos y cueros de animales, pero luego, producto de la domesticación de los animales del lugar, vicuñas y guanacos, la vestimenta mapuche se creo alrededor de prendas tejidas. Las mujeres eran a quienes se les asignaba el trabajo del telar, quienes ejercían la tarea de hilar lana en todo momento. A tales fines, llevaban los implementos consigo en forma permanente y habitual.

El hilado se efectuaba con un kulio (huso), telar vertical para las prendas de mayor tamaño como mantas, ponchos y cobertores.

El vestido típico masculino era el chiripa, un pantalón formado por un rectángulo cuyos extremos se pasaban por las piernas, sosteniéndose a la cintura. Otra prenda tradicional era el chamal, una túnica corta sin mangas que se inmovilizaba a la cintura con una faja. Coronaban estas prendas un poncho tejido y largo, reales objetos artísticos. Cuanto más impresionante fuese el manto, mayor jerarquía demostraba tener su poseedor.
Antes de ser hiladas, las hebras se teñían con tintes vegetales en diferentes colores: rojo, marrón rojizo, tonos morados, blanco, amarillento, obtenidos del color natural de la lana.


La Mujer Mapuche:
La mujer vestía con una túnica recta y hasta los tobillos denominado kepán, con una serie de gráficos tejidos que determinaban el estatus de la dama.

En relación con los ornamentos, importantes joyas de plata eran usadas por las mujeres, quienes tenían el hábito de llevarlas cotidianamente. Adornos para el cuello, collares (o sikil) alfileres para la cabeza, prendedores (tupu), etc, constituían la moda usual de las mujeres mapuches.
Su moda también recibió influencia de la cultura incaica y picunche del Perú, de quienes tomaron el uso de enormes aros labrados.

Actualmente, los mapuches tienen una vestimenta similar a la descripta pero más simplificada, sumándole en el caso de las mujeres, amplias polleras de diversos colores y diferentes diseños. En el caso de los hombres, el vestido típico se fue abandonando, reemplazándose por una vestimenta normal de campesino, respetando del tradicional , el poncho tejido y agregándole el sombrero de paño.

-Mapas









-Poesia Mapuche



A partir de la segunda mitad del siglo XX, numerosos poetas mapuches comenzaron a publicar libros con sus poemas, incluso en ediciones bilingües (en castellano y mapudungun). La poesía mapuche suele referirse al entorno natural y a las creencias del grupo; es una expresión indentitaria y patrimonio cultural de un pueblo, pero igualmente uno de los ingredientes de la cultura chilena.

En la actualidad, se destacan poetas mapuches como:
-Lorenzo Aillapán Cayuleo (1940); quien se define como üñümche (“hombre pájaro”) por su entendimiento del lenguaje de las aves;

-Elicura Chihuailaf Nahuelpán (1952), quien ha traducido obras de Pablo Neruda y Víctor Jara al mapudungun;

-Leonel Lienlaf (1969), un poeta y músico bilingüe;

-Rosendo Huenumán (1935), quien también fue diputado por el Partido Comunista de Chile;

-Jaime Luis Huenún (1967), poeta y editor.



EL ESPIRITU DE LAUTARO
Anda cerca de la vertiente
bebiendo el agua fresca
y grita en las montañas
llamando a sus guerreros.
El espíritu de Lautaro
camina cerca de mi corazón
mirando
escuchando
llamándome todas las mañanas.
Lautaro viene a buscarme,
a buscar a su gente
para luchar con el espíritu
y el canto.
Tu espíritu Lautaro
anda de pie
sobre esta tierra.





En Mapudungun: LAUTRARO NI PÜLLI
Miawy kachill trayen
pütokopelu lifko,
wirarümekey mawidapüle
mutrümpelu ñi pu kona.
Lautraro ñi pülli
miawy ñi piukepüle
adkintuyawi,
allkütuyawi,
mütrümkenew kom liwen.
Lautraro kintupaenew
kintupay che,
kewatuam piukeyengu
ka ülkantunmew.
Mi pülli
Lautraro
witrayawi
wente mapu.

Escrito por: Leonel Lienlaf



HABLANDO CON LA GENTE DE LA TIERRA DE ARRIBA

Cabalgo en círculo, llevado por el aliento
de los animales
que te ofrecí en sacrificio
Galopo, galopo, soñando voy
por los caminos del cielo
De todos lados vienen a saludarme
las estrellas
Oo !, Anciana, Anciano
Doncella y Joven de la Tierra
de Arriba
en vuestro Azul se regocija mi sangre.



En Mapudungun: NVTRAMKALEYIN TAIN PU WENU MAPU CHE

Tretrogkvlen awvlerpun, pu kulliñ ñi neyvn
yewkvlerpun
genoafellvwvn mew elufeyu
Wiraf, wirafgen, pewmantulen amun
Wenu Mapu rvpv mew
Wallke pvle chalipaenew ti pu wagvlen
Oo ! Fvchakecheyem
Vlchakezomo ka Wechekeche mvlelu
Wenu Mapu
mi Kallfvmu ayvwvy ñi mollfvñ.

Escrito por:Elicura Chihuailaf

-La Guerra de Arauco





La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a los hispano-criollos de la Capitanía General de Chile, perteneciente al Imperio español, contra el pueblo mapuche y algunos aliados tales como los huilliches, picunches y cuncos.


La zona del conflicto comprendía entre el Río Mataquito y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual VIII Región del Biobío, y la IX Región de la Araucanía.


Este conflicto duró un lapso de casi tres siglos, 1536 - independencia de Chile, pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal a alrededor de la mitad de ese periodo. Posteriormente traería como consecuencia el conflicto chileno-mapuche conocido como "Pacificación de la Araucanía".






La Guerra de Arauco experimentó la más variadas alternativas a causa de resistencia invencible de éstos y de las diferencias de criterio existentes entre aquellos.

Dos sistemas se ensayaron para reducir a los mapuches: guerra ofensiva y guerra defensiva. A ellos se le sumó más tarde el sistema de los parlamentos.

Guerra Ofensiva: Este sistema se venía empleando desde los principios de la conquista, consistió en atacar a los indios por las armas, enviando expediciones a la araucanía, que era la única región del país cuyos pobladores se negaban a someterse. A veces para justificar este procedimiento, se procesaba a los indios según las leyes españolas, declarándoseles rebeldes y traidores al rey y a Dios, condenándoseles por ello a las penas muerte y confiscación de sus tierras. En seguida se enviaba a un ejército a ejecutar la sentencia de los jueces.

Esto generó encender guerras interminables y provocar grandes rebeliones que se extendieron a las comarcas ya pacificadas al norte del Biobío.

En esta guerra encontró muerte don Pedro de Valdivia en Tucapel, y el gobernador de fines del siglo XVI Martín García Oñez de Loyola en Curalava, donde fue atacado por las fuerzas del toqui Pelantaru.

A la muerte de Oñez de Loyola siguió un levantamiento en toda la Araucanía. Todas las ciudades del sur se perdieron. A raíz del Desastre de Curalava, el gobierno español encargó la gobernación de Chile a don Alonso de Ribera, militar de reconocida experiencia, para que terminara definitivamente con el problema mapuche.

Lo primero que realizó fue establecer una línea fronteriza, recorrida por fuertes y guarniciones militares en el río Biobío y que lentamente fue corriéndose hacia el sur. Estableció un ejército permanente de soldados disciplinados que estuvieran absolutamente dedicados a sus tareas y creó un destacamento especial denominado los tercios de Arauco; consiguió el envío, desde el Perú, del Real Situado, una cantidad de dinero destinada a cancelar los sueldos de los soldados. Desgraciadamente, no obtuvo de la corte los recursos necesarios y luego se vio obligado por el gobierno de España a aceptar el plan de guerra defensiva del Padre Luis de Valdivia.

Guerra defensiva: En 1612 el Gobierno acogió el sistema de guerra del Padre Jesuita Luis de Valdivia que se basaba en sentimientos humanitarios. Valdivia que había celebrado con los indios el parlamento de Paicaví, los creía dispuestos a la paz.

Se abolió el servicio personal de los indios encomendados, se puso en libertad a los prisioneros, dejó a los mapuches en posesión de los territorios al sur del Biobío . El ejército se concretaría a defender esa línea en caso de que los indios intentasen pasarla. En cambio, se enviaron misioneros a la Araucanía a predicar la fe católica y a inducir a los naturales a aceptar la dominación española.

El nuevo procedimiento resultó un completo fracaso, pues los araucanos dieron muerte a los misioneros y volvieron a tomar las armas.

Esta guerra dejó 30.000 españoles muertos
60.000 indios muertos
18.000 indios mapuches muertos.

-Creencias Religiosas



Los mapuches creían en la vida después de la muerte, y esta era un doble exacto como la sombra real e intangible. El otro yo podía hacerse invisible, pero necesitaba las mismas cosas que los vivos.

Por ese motivo enterraban los muertos con los objetos habían usado en su vida.

Los espíritus en lemas allá tenían la misma forma y carácter que habían tenido en su vida, estos reanudaban su vida familiar y social en el más allá.

Este doble espíritu cuando estaba en el cuerpo mortal podía abandonarlo a voluntad durante el sueño, éxtasis, visiones, etc., y con la muerte lo abandonaba definitivamente. Este espíritu visitaba a sus parientes y amigos durante un año a aproximadamente. Este espíritu podía tomar forma humana o de algún animal, cuando pasa ese tiempo el espíritu pasaba a otra región en donde se trasformaba en Pulli. Este espíritu residía para las tribus costeras en el mar y para las tribus de la cordillera al oriente de Los Andes.

La religión Mapuche se basa en el culto a los antepasados, encarnado en el Pillan.

Cada tribu tenía su propio Pillan, que según el espíritu patriarcal o matriarcal predomínate, era masculino o femenino. Del Pillan provienen tanto el bien como el mal, en toda su extensión, los pillanes se podían enojar por el quebrantamiento de algún tabú, manifestándose por medio de la peste, las inundaciones, las sequías o los terremotos, etc.

Para calmar la ira del Pillan surgió un individuo llamado el Señor Del Canelo, este individuo debía ser conocedor de la practica para convencer al Pillan y también tener la habilidad para combatir a los hechiceros y brujos.

Estos Señores Del Canelo fueron evolucionando, adquirieron la función definitiva de médicos y adivinos, a estos hoy se conoce como el Machi.

Los Mapuches creían que uniendo la fuerza de la magia era más eficaz que la individual, por lo que crearon grupos de individuos esotéricos con el fin de precaver los contratiempos y dificultades, a la vez adquirir beneficios por sus ritos, estos grupos se llamaban Tótem.

El Tótem tenia como finalidad de la regulación de las lluvias, EL Pillan contra restaban tempestades, terremotos, etc.

Los Mapuche además del culto a los antepasados, para ellos existían más espíritus y en su mayor parte malévolos, tales como el Colocolo, especie de basilisco, el Chequehuelube, cuero con uñas que vive en el agua y se ensaña con las bañistas, el Chonchón vampiro que chupaba la sangre.

El pueblo Mapuche fue profundamente religioso; la religión estaba en todas partes, en todas las esferas de su vida.

En los entierros hacían una ceremonia que duraba varios días; que terminaba con el entierro de la persona muerta, vestida con elegante ropa y acompañada de comidas y bebidas.

*Las ceremonias más importantes del pueblo Mapuche son el Guillatún y el Machitún.

El Guillatún: Se celebra para invocar a los dioses que regulan los ciclos de las lluvias y de las cosechas, estos ritos se realizan con gran concurrencia de los indígenas, incluyendo bailes y comidas.

El Machitún: Por otra parte posee una función de mágico - terapeuta, a través de este acto se pretende alejar a los espíritus malignos que provocan las enfermedades, las encargadas de llevar a cabo este ritual son los Chamanes o Machis, todas las ceremonias Mapuches se llevaban a cabo con un instrumento llamado Kultrún, este es un instrumento musical que representa la noción Mapuche del universo, tal es así la importancia, que aparece reproducido en la bandera que ha sido adoptada por el pueblo Mapuche.

-Organizacion Social







El Totemismo: Es organización social de los Mapuches y demás pueblos indígenas chilenos, este tipo de organización es usada es muchas partes del mundo. Esto consistía en la creencia en el Tótem, que era un ser espiritual que animaba a algún animal, ave, reptil, pez, planta, astro, fenómeno o aspecto de la naturaleza. El Tótem, que los Mapuches llamaban Cuga, habría hecho alianza con el fundador de cada estirpe, contrayendo entre ambos la obligación de respeto y protección mutuas, esta alianza debía ser respetada por los descendientes a través de todas las generaciones.

El fundador o antepasado, al formular la alianza, tomaba el nombre del Tótem y lo transmitía a toda su descendencia constituyéndolo en el apellido del clan, por eso encontramos entre los mapuches apellidos como “Sol”, “Pato”, “Culebra”, etc.

La Familias Mapuches se componía del Padre, sus mujeres y sus hijos. Existía la poligamia, pero solo la practicaban los individuos mas ricos, los ulmenes, que podían adquirir cinco o seis mujeres, lo que constituía la excepción.

El Matriarcado se prohíba contraer matrimonio con una mujer del mismo grupo totémico porque ambas partes poseían el mismo Tótem y eran, por lo tanto consanguíneas, lo que hacía considerar la unión como incestuosa.

El matrimonio se hacia mediante la compra de la novia a su padre, a cambio de animales, bebidas o utensilios; pero debía seguirse después un rapto simulado. En este caso, el novio y sus amigos se dejaban caer sorpresivamente sobre la ruca y procuraban raptar a viva fuerza a la novia, venciendo la resistencia que oponían las demás mujeres.

Dentro de la familia, la primera mujer (“unendomo”) era la verdadera dueña del hogar y su hijo mayor era considerado el primogénito.

Las demás mujeres vivían en rucas separadas, acompañadas de sus respectivos hijos, y en caso de fallecimiento del marido pasaban a ser esposas del primogénito.

La posesión de varias mujeres no era considerada por los Mapuches como un lujo, sino como un factor de aumento de la producción, pues eran ellas las que cultivaban la tierra, hacían las cosechas, tejían, fabricaban las debidas, preparaban las pieles y practicaban la alfarería.

En el tiempo de paz, el prestigio del jefe de familia dependía del numero de sus mujeres y de sus riquezas en tierras, víveres, animales y debidas.

En tiempo de guerra basaba su fama en su valor personal y en el numero de conas o mocetones que podían movilizar.

Levos Aillarhues y Vitamapus como todos los pueblos en su estado de cultura, los Mapuches tuvieron muy escasa cohesión. Sus diversos grupos sociales solo se unían transitoriamente ante el peligro común, pues habitualmente Vivian en constantes rivalidades.

Estos grupos empezaban en el Lov y se prolongaban en otros mas

Amplios, que eran el Levo, Elaillarehue y el Vutamapu.

Los Lovs: Los formaban todas las familias que tenían un antepasado común. Vivian en rucas vecinas y tenían por jefe al Lonco o Cacique, que presidía las juntas en que se discutían los asuntos internos de la comunidad.

Los Levos o Rehúse: Eran grupos más amplios, que sumaban varias agrupaciones de familias, es decir tribus.

Cada Levo tenia un jefe civil, un jefe militar para el caso de guerra y un sacerdote que servia de asesor. El jefe militar era elegido por la asamblea de los Conas y se le designa con el titulo de Toqui, nombre que se daba también al hacha que le servia de insignia de mando.

El Levo era independiente y autónomo. La asamblea de los conas acordaba la paz o la guerra.

Los Aillarahues o agrupaciones de tribus: En caso de grandes calamidades, como sequías, epidemias, invasiones u otros acontecimientos sensacionales que afectaban a una extensa comarca, los Rehues de ella se unían para hacer frente a la situación.

Tales eran los Aillarehues, que adquirieron gran desarrollo desde el momento en que los españoles comenzaron a penetrar en la araucania.

Su jefe era el Mapu Toqui o jefe militar de una comarca en estados de guerra.

Los Vutampus o zona de guerra: No obstante su oposición a formar grandes unidades Político-militares, los Mapuches se vieron obligados a concertar alianzas entre los Aillarehues de extensas comarcas a fin de defenderlas de los conquistadores.

Así nacieron tres Vutampus o agrupaciones de Aillarahues: el de la región de la costa los Lavquen - Mapu, el de los llanos que eran Lelvun - Mapu y el de la región pre-cordillerana llamados Inapere - Mapu, el primero parece haber sido el dela cámarca vecina a la costa de Aruco, que eligió por generalísimo a Lautaro.

Los jefes de los Vutampus eran elegidos por los Toquis Federados, y los españoles los llamaron gran Toqui. Terminada la guerra, cesaba su mandato .

-Ubicacion Geografica


A partir de un lugar situado entre los ríos La Ligua y Aconcagua y hasta el sector norte de la Isla de Chiloe vivía en el sigo XVI el mayor conglomerado poblacional de Chile. Se trataba más de un millón de personas, que hablaban con ligeras variaciones dialectales, el Mapundungún. En dicha lengua se auto denominan Mapuche que significa gente de la tierra.

A la llegada de los españoles, estos fueron nominando distintos grupos de indígenas, hasta llegar al río Itata, donde se ubica la mayor cantidad de Mapuches, los que tenían como limite norte el rió Itata y como limite sur el río Tólten. Tres siglos de “Guerra de Arauco” corrieron su frontera norte hasta el río Biobío, demarcando la zona en que hoy todavía habitan la mayoría de los Mapuches.

Sus actuales integrantes se aproximan a la cantidad de 500.000 Mapuches los cuales están concentrados específicamente en las localidades rurales de la IX región (Región de La Araucana) y en la zona de Cautín, Además de encontrarse de norte a sur desde la provincia del Biobío hasta la zona de Chiloe.

En la IX región cuyos faldeos cordilleranos que llegan hasta la Argentina, vive una rama de este grupo que puede llamarse Mapuche Pehuenche formada por unas 1.200 personas.

En la zona de Chiloe, se mantienen aproximadamente unas 450 personas, y que serian Mapuche - Huilliche.

Los orígenes y comienzos del pueblo Mapuche presentan todavía varias interrogantes, por lo que se sabe, desde sus primeros contactos con los conquistadores españoles hasta nuestros días se concluye que poseían una gran cohesión social y adaptabilidad para superar deferentes crisis.

Si trazáramos una línea transversal entre Santiago y Buenos Aires, en todo el territorio que queda al sur de esta línea se observa una influencia Mapuche.

martes, 11 de mayo de 2010

-Costumbre Mapuches



La Base de la alimentación estaba formada por los sembrados de maíz, frejoles pallares, papas, quínoa, mango, etcétera, y sus ganados de llamas y alpacas domésticas. Practicaban la caza y la pesca en pequeñas canoas.

Los hábitos cambiaron en este terreno con mucha rapidez y es difícil fijar la época en que se verificaron estas mudanzas, a través de cronistas que, en buena parte, escribieron de oídas o copiándose unos a otros. Hacia mediados del siglo XVII, ya los caciques usaban en sus banquetes los guisos de pescados, mariscos, aves, perdices, longanizas, pasteles, buñuelos y otros platos en que se advierte la influencia española.

Si se hartaban de comida cuando podían hacerlo a costa ajena, en cambio se hartaban de bebidas fermentadas a costa propia. La elaboración de las chichas suaves de frutillas y de otras frutas y de las bebidas fuertes, obtenidas de la fermentación de los granos, era la faena favorita de todo hogar respetable; y la cantidad de chicha de que disponía un cacique, constituía una de las riquezas que le daban más prestigio y autoridad.

Valdivia se asombró de su afición a la bebida y no hay cronista que no insista en este hábito. La bebida, el baile y el canto eran inseparables en sus cahuines o reuniones familiares, de las faenas agrícolas, las bodas, los entierros, la construcción de una casa y sus juntas de índole religiosa o militar.

La borrachera no era un vicio entre los mapuches. Formaba parte de su concepto moral de la vida, de sus costumbres tradicionales y de sus ritos religiosos. Mas, en el correr de los siglos, se incorporó con tal energía en su organismo, que se convirtió en una verdadera necesidad fisiológica. Es uno de los grandes renglones del aporte de la sábana aborigen a la formación del mestizo.

Durante las borracheras, eran frecuentes las disputas por la posesión de la mujer o por otras causas, que degeneraban en riñas y muertes. También solían aplastar a algunos de los párvulos que las indias llevaban consigo a las fiestas. La componenda, cuyo uso estaba muy generalizado, casi siempre ahogaba en germen la venganza de los parientes de la víctima.

En cambio, los delitos y los crímenes cometidos en sana razón eran relativamente escasos.


Chueca
Entre los juegos de agilidad practicados antes del contacto con los españoles, los principales eran la chueca y la pelota. En el primero se colocaban frente a frente dos hileras de individuos, que solían llegar hasta veinte por bando, y luchaban por llevar a su lado una bola de madera, valiéndose de un palo arqueado de coligüe. La cancha tenía cinco metros de ancho y cerca de dos cuadras de largo. En el segundo, se ponían en círculo ocho a diez mozos desnudos desde la cintura arriba, y se arrojaban unos a otros la pelota de madera esponjosa como el corcho, y cada uno procuraba rebatirla con la palma de la mano con cuanta fuerza puede, y golpear a alguno de la banda contraria.

Las ceremonias funerarias de los araucanos eran un reflejo de sus concepciones religiosas: el culto de los antepasados y la creencia de que los dobles o ánimas eran indestructibles y continuaban en la vida futura experimentando las mismas necesidades y gustos que tuvieron en la presente. Han variado en los detalles con la introducción de objetos de fabricación europea, pero han persistido en el fondo.

El ataúd consistía primitivamente en dos canoas que se superponían. Hasta la llegada de los españoles los araucanos no cavaban fosas; colocaban los ataúdes entre dos árboles. Cuando el difunto era algún cacique rico o algún guerrero afamado, solían colocar sobre la tumba su caballo muerto, inclusive el cabestro, para que cabalgara en él y pudiera atarlo en su nueva residencia. Primitivamente, se enterraban con el cadáver de la mujer sus joyas; pero más tarde una ceremonia simbólica reemplazó al entierro efectivo: se acercaban las joyas al cuerpo y se derramaba chicha sobre ellas.

Toda muerte producida por otras causas que las heridas en las guerras o en las riñas, para el araucano era la resultante de la hechicería. Se consultaba la causa de la muerte con un machi, y éste señalaba al autor después del examen del cadáver o de algunos de sus despojos y de complicadas ceremonias. Si señalaba a algún individuo conocido, pesaba sobre los parientes la obligación de vengar al deudo en la persona del autor de la muerte. Partían con sus lanzas en alto y mataban al individuo señalado por el machi, dondequiera que le encontrasen. A veces, la venganza alcanzaba a toda la familia del inculpado.

-¿ Que son Los Mapuches ?



Los mapuches en mapudungun significa ‘‘gente de la tierra’’ son un pueblo indígena originario de la zona centro-sur de Chile, que a comienzos del siglo XIX se instaló en el suroeste de Argentina conquistando a los nativos tehuelches. Se les conoce también como araucanos, denominación que genera rechazo por parte de algunos.


Aunque muchos grupos mapuches lograron resistir a la conquista española, con el tiempo terminaron sometidos por los Estados chileno y argentino, que invadieron sus territorios y los asignaron a reducciones (Chile) o reservas (Argentina). En la actualidad, los mapuches viven en gran parte en zonas urbanas, aunque mantienen los vínculos con sus comunidades de origen y reivindican sus reclamos de reconocimientos hacia su territorio y cultura.