jueves, 13 de mayo de 2010

Heroes Mapuches




Caupolicán, Lautaro y Galvarino :

La estrategia de Lautaro

Lautaro, cuyo verdadero nombre es Luan - taro, nace hacia 1535 en las Sierras de Carampangue. Figura admirada por su genialidad y destreza, es creador de un complejo arte militar mapuche, con el que organizó y condujo a su ejército nativo, estableciendo el sistema de guerrillas y las sorpresas tácticas, las fortificaciones de campaña, la invención de nuevas armas y aprovechamiento del terreno. Señala Ercilla que Lautaro era:
"Industrioso, sabio, presto,/ de gran consejo, término y cordura,/ manso de condición y hermoso jesto,/ ni grande ni pequeño de estatura". Su espíritu se refleja en los demás caciques como Galvarino, Caupolicán y Pelantaru, entre otros guerreros mapuche. Fue muerto en 1557 por las tropas de Villagra en Mataquito.

Según Benjamín Vicuña Mackenna, Lautaro era indígena por su infancia, por su sangre y su tradición, y español por su aprendizaje entre los conquistadores. Fue capturado por los españoles y sirvió como caballerizo de Pedro de Valdivia, desde los 16 ó 17 años. El Conquistador, a quien acompañó en sus campañas en el Sur, lo llamó Felipe.


El suplicio de Caupolicán

Nacido en Pilmaiquén, Caupolicán es el más protagónico de los héroes mapuche inmortalizados en La Araucana. Tan pronto asume como Toqui, o jefe militar, logra la rendición de las fuerzas españolas que controlan la plaza de Arauco. Junto a Lautaro, participa en la batalla de Tuca-pel, en la cual fue vencido y apresado Pedro de Valdivia, y ocupa más tarde Purén y Peuco. Es derrotado en el combate de Millarapue, cuando los españoles al mando de García Hurtado de Mendoza obligan a los mapuche a retirarse hacia el interior. Allí, Caupolicán rechaza las ofertas de paz y rendición, continuando en la resistencia.

Tras el frustrado ataque al fuerte de Cañete, los mapuche son perseguidos y el caudillo indígena cae en una emboscada, siendo apresado y luego condenado al suplicio de empalamiento como escarmiento para los mapuches rebeldes. Relata Alonso de Ercilla que mientras el palo iba destrozando sus entrañas, un grupo de indígenas leales a los españoles le lanzaban saetas con sus arcos. Su desgarradora muerte fue un aliciente para la lucha y lo convirtió en el mayor héroe mártir del pueblo mapuche.

Según el autor de La Araucana, Caupolicán era: "Noble mozo de alto hecho,/ varón de autoridad, grave y severo,/ amigo de guardar todo derecho, áspero y riguroso, justiciero;/ de cuerpo grande y relevado pecho,/ hábil, diestro, fortísimo y ligero,/ sabio, astuto, sagaz, determinado,/ y en casos de repente reportado".


La rudeza de Galvarino

Galvarino es conocido como el más rebelde de los guerreros mapuche de la Conquista. Prisionero de los españoles, es castigado cortándole las dos manos, en uno de los espisodios memorables de La Araucana. Desafiante, Galvarino ofreció primero sus manos y luego su cabeza. Sin embargo, tras dejarlo manco, fue dejado en libertad para amedentrar a los demás indígenas. Tras la derrota de Millarapué, en 1557, nuevamente es apresado y condenado a la horca. Fue colgado de un árbol, rechazando la intervención del propio Alonso de Ercilla quien trató de salvarle la vida, alegando su colaboración con los españoles, la que el cacique negó hasta la muerte.

Joyeria Mapuche



La platería es una de las manifestaciones culturales que mejor representa al pueblo mapuche, todo su mundo simbólico se expresa en las formas, en los grabados de las planchas de plata, en las figuraciones y en el uso que le dan a las joyas. Durante el período prehispánico, los mapuches conocían el uso de los metales y fabricaban adornos de cobre y, muy probablemente, de oro y plata.

Después de la conquista española y hasta el siglo XIX, los mapuches obtuvieron la plata del comercio de los españoles.


miércoles, 12 de mayo de 2010

-Organización Política

La estructura social y política de los mapuches antes de la llegada de los españoles, estaba constituida en su unidad más fundamental por la familia, que se habrían designado en lengua mapuche como ruka o rukache. Existe consenso en que lo más probable es que la familia mapuche haya sido amplia y extensa, y donde primara un patrón de residencia, es decir donde convivían todos, o la mayoría de los descendientes masculinos del padre o jefe de familia. De esta forma, las mujeres adoptaban la residencia de su esposo. Un nivel más amplio de integración social era el agrupamiento de familias, que podría ser entendido como un caserío, y que en mapudungun recibiría el nombre de lof. Al parecer el lazo que unía a las distintas familias era de consanguinidad, los integrantes habrían pertenecido al mismo linaje del lonko, sin embargo, cada familia conservaba una autonomía territorial, manteniendo, muchas veces, el patrón de residencia disperso. La figura del lonko representa el liderazgo, se lo podría traducir como cabeza, principal, jefe, e ideas similares. Se trata de un tipo de "jefatura" en que el servicio a los suyos y el prestigio que eso redunda está en la base de su mandato y poder.
En consecuencia, se puede caracterizar la sociedad mapuche anterior a la llegada de los españoles, como una estructura armónica tanto en sus relaciones con la naturaleza como internas.sin embargo todas las evidencias obligan a concluir que la sociedad mapuche prehispana no era una sociedad de la escasez, ni tampoco sometida a la guerra permanente entre sus miembros. En definitiva, se trata de una organización social distinta, ni mejor o peor que la actual, sólo distinta; que estaba en una determinada situación frente a una naturaleza abundante en recursos, que le permitía crecer en tamaño y desarrollar adecuadamente a sus hombres, mujeres y niños.

-Parlamentos

Sistema de Parlamentos: Considerando el fracaso de la guerra defensiva, Felipe IV resolvió darle término, mandando se atacase a los mapuches y se redujese a los prisioneros a la esclavitud.

La guerra continuó con las más variadas alternativas. Los levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por le mestizo Alejo. Hubo grandes combates como el de las Cangrejeras en 1929 y Albarrada, en 1633.

Más tarde el Gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de Baides, era partidiario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea, celebró en el año 1640 una gran reunión o parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillín. Los españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.

Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados en el siglo XVIII fueron los de Negrete y de las Canoas en la época colonial y varios realizados durante el período republicano.

El Parlamento de Las Canoas fue una junta diplómática de la que emanó un tratado de paz entre las autoridades coloniales españolas de la Gobernación de Chile y los principales líderes del pueblo huilliche, de la etnia mapuche, de la zona que actualmente corresponde a la provincia de Osorno. La reunión se llevó a afecto el 8 de septiembre de 1793 a las orillas del río de Las Canoas (actualmente llamado río Rahue), en el valle e inmediaciones de los restos de la antigua ciudad de Osorno; antes de ser refundada.

En el Tratado de Paz de las Canoas se adoptaron, fundamentalmente, los siguientes acuerdos entre el Futahuillimapu y la autoridades españolas:

1. Cesión del espacio territorial comprendido desde la confluencia de los ríos Rahue (llamado entonces de Las Canoas) y río Damas hasta la cordillera andina para la refundación de Osorno y el asentamiento de colonos españoles.

2. Sujeción política y judicial de los cacicatos mapuche-williche a la autoridad colonial española y colaboración armada ante cualquier amenaza de los enemigos de la corona y en requerimientos de necesidades de subsistencia de los militares y colonos españoles destinados.

3. Integración como fieles católicos mediante la aceptación del establecimiento de misiones, obediencia a los misioneros y cumplimiento de los sacramentos de bautismo y matrimonio, así como de la instrucción cristiana.

En el régimen colonial español, los cacicatos huilliche fueron incorporados a la sujeción de la corona española, manteniendo la estructura tradicional del cacicato, a través del cual las autoridades coloniales ejercerían la dominación política. Se trata de un régimen corporativo en cuanto mantiene los cacicatos huilliche como medios para el ejercicio de la subordinación colonial y la protección jurídica que limitase los abusos de los hispanocriollos. Precisamente, una característica fundamental de esta relación soberana feudal consistió en que las autoridades coloniales, considerándolos vasallos, mantuvieron el derecho de los cacicatos huilliche a gobernarse autónomamente. Los cacicatos huilliche durante estos años finales de la colonia fueron entendidos como una estructura de gobierno y representación huilliche, subordinada políticamente a la soberanía de la administración colonial española, con facultades políticas para resolver diversos asuntos internos y de relación política con las autoridades coloniales locales, como la compraventa de tierras, la administración de justicia, la integración en la vida religiosa católica, etc.

Este tratado constituye hasta ahora, un hito histórico para las comunidades de todo el Butahuillimapu, en tanto representa el acuerdo entre dos autoridades legítimamente constituidas que establecieron una forma de relación basada en un tratado. Por esta razón las comunidades siguen recordándolo cada año y reclaman aún su vigencia.

Parlamento de Negrete:
Parlamento de Negrete (1793); junta diplómática de la que emanó un tratado entre las autoridades coloniales españolas de Chile y los principales líderes del pueblo mapuches. La reunión se llevó a afecto del 4 al 7 de marzo de 1793, al borde del Río Biobío, en el vado fronterizo de Negrete, por iniciativa del capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile, entonces llamado Ambrosio Higgins, Es considerado habitualmente como el más suntuoso, caro y solemne parlamento diplomático realizado en la frontera chilena del Imperio español.
Igualmente que en otros parlamentos, los españoles tradujeron los acuerdos de las jornadas de discursos en un tratado escrito, que ocupa la mayor parte de sus puntos en ratificar acuerdos anteriores de convivencia entre ambos bandos. Tal como sucede con los documentos de anteriores reuniones, podría incluso dudarse de que los mapuches hubiesen participado en la redacción del tratado y considerarse este texto escrito como un testimonio unilateral y no como un acto íntegramente común. Aun así, las actas y tratados españoles son las únicas fuentes disponibles en estos casos.

Este tratado constituye hasta ahora, un hito histórico para las comunidades de todo el Butahuillimapu, en tanto representa el acuerdo entre dos autoridades legítimamente constituidas que establecieron una forma de relación basada en un tratado. Por esta razón las comunidades siguen recordándolo cada año y reclaman aún su vigencia.

-Vestimenta


El Hombre Mapuche:
Originariamente, el hombre usaba vestidos y cueros de animales, pero luego, producto de la domesticación de los animales del lugar, vicuñas y guanacos, la vestimenta mapuche se creo alrededor de prendas tejidas. Las mujeres eran a quienes se les asignaba el trabajo del telar, quienes ejercían la tarea de hilar lana en todo momento. A tales fines, llevaban los implementos consigo en forma permanente y habitual.

El hilado se efectuaba con un kulio (huso), telar vertical para las prendas de mayor tamaño como mantas, ponchos y cobertores.

El vestido típico masculino era el chiripa, un pantalón formado por un rectángulo cuyos extremos se pasaban por las piernas, sosteniéndose a la cintura. Otra prenda tradicional era el chamal, una túnica corta sin mangas que se inmovilizaba a la cintura con una faja. Coronaban estas prendas un poncho tejido y largo, reales objetos artísticos. Cuanto más impresionante fuese el manto, mayor jerarquía demostraba tener su poseedor.
Antes de ser hiladas, las hebras se teñían con tintes vegetales en diferentes colores: rojo, marrón rojizo, tonos morados, blanco, amarillento, obtenidos del color natural de la lana.


La Mujer Mapuche:
La mujer vestía con una túnica recta y hasta los tobillos denominado kepán, con una serie de gráficos tejidos que determinaban el estatus de la dama.

En relación con los ornamentos, importantes joyas de plata eran usadas por las mujeres, quienes tenían el hábito de llevarlas cotidianamente. Adornos para el cuello, collares (o sikil) alfileres para la cabeza, prendedores (tupu), etc, constituían la moda usual de las mujeres mapuches.
Su moda también recibió influencia de la cultura incaica y picunche del Perú, de quienes tomaron el uso de enormes aros labrados.

Actualmente, los mapuches tienen una vestimenta similar a la descripta pero más simplificada, sumándole en el caso de las mujeres, amplias polleras de diversos colores y diferentes diseños. En el caso de los hombres, el vestido típico se fue abandonando, reemplazándose por una vestimenta normal de campesino, respetando del tradicional , el poncho tejido y agregándole el sombrero de paño.

-Mapas









-Poesia Mapuche



A partir de la segunda mitad del siglo XX, numerosos poetas mapuches comenzaron a publicar libros con sus poemas, incluso en ediciones bilingües (en castellano y mapudungun). La poesía mapuche suele referirse al entorno natural y a las creencias del grupo; es una expresión indentitaria y patrimonio cultural de un pueblo, pero igualmente uno de los ingredientes de la cultura chilena.

En la actualidad, se destacan poetas mapuches como:
-Lorenzo Aillapán Cayuleo (1940); quien se define como üñümche (“hombre pájaro”) por su entendimiento del lenguaje de las aves;

-Elicura Chihuailaf Nahuelpán (1952), quien ha traducido obras de Pablo Neruda y Víctor Jara al mapudungun;

-Leonel Lienlaf (1969), un poeta y músico bilingüe;

-Rosendo Huenumán (1935), quien también fue diputado por el Partido Comunista de Chile;

-Jaime Luis Huenún (1967), poeta y editor.



EL ESPIRITU DE LAUTARO
Anda cerca de la vertiente
bebiendo el agua fresca
y grita en las montañas
llamando a sus guerreros.
El espíritu de Lautaro
camina cerca de mi corazón
mirando
escuchando
llamándome todas las mañanas.
Lautaro viene a buscarme,
a buscar a su gente
para luchar con el espíritu
y el canto.
Tu espíritu Lautaro
anda de pie
sobre esta tierra.





En Mapudungun: LAUTRARO NI PÜLLI
Miawy kachill trayen
pütokopelu lifko,
wirarümekey mawidapüle
mutrümpelu ñi pu kona.
Lautraro ñi pülli
miawy ñi piukepüle
adkintuyawi,
allkütuyawi,
mütrümkenew kom liwen.
Lautraro kintupaenew
kintupay che,
kewatuam piukeyengu
ka ülkantunmew.
Mi pülli
Lautraro
witrayawi
wente mapu.

Escrito por: Leonel Lienlaf



HABLANDO CON LA GENTE DE LA TIERRA DE ARRIBA

Cabalgo en círculo, llevado por el aliento
de los animales
que te ofrecí en sacrificio
Galopo, galopo, soñando voy
por los caminos del cielo
De todos lados vienen a saludarme
las estrellas
Oo !, Anciana, Anciano
Doncella y Joven de la Tierra
de Arriba
en vuestro Azul se regocija mi sangre.



En Mapudungun: NVTRAMKALEYIN TAIN PU WENU MAPU CHE

Tretrogkvlen awvlerpun, pu kulliñ ñi neyvn
yewkvlerpun
genoafellvwvn mew elufeyu
Wiraf, wirafgen, pewmantulen amun
Wenu Mapu rvpv mew
Wallke pvle chalipaenew ti pu wagvlen
Oo ! Fvchakecheyem
Vlchakezomo ka Wechekeche mvlelu
Wenu Mapu
mi Kallfvmu ayvwvy ñi mollfvñ.

Escrito por:Elicura Chihuailaf